Saturday 9 July 2011

City of Joy

22 de junio

Ayer me pasó una cosa curiosa: estaba durmiendo la siesta tranquilamente en mi cama cuando de repente se abrió la puerta y escuché, “HELLO!” Y era una española a la que no esperaba ver hasta hoy, y menuda ilusión me hizo, que parecía que la conocía de toda la vida. Pero no fue todo; por la tarde fui a comprar mi billete de tren para Delhi (cuatrocientas veintiséis rupias; si lo llego a saber, prontito pago casi cien euros de avión de Delhi a Calcuta) y también estaba allí otra chica con la que había coincidido en Calcuta y en Darjeeling: ¡la India es desde luego un pañuelo!
Cambiando de tema no se ha vuelto a saber del monzón: llueve a ratos, sí; pero ya no se inundan las calles. Hemos vuelto al dispensario y al final no ha sido para tanto. Es verdad que las heridas están reblandecidas por el agua, pero los pacientes se encuentran todos bien; bueno, todos menos una mujer: tiene una capa de pus de tres centímetros de grosor. Cuando la médico la vio, le dijo que allí no se podía hacer nada, que tenía que ir a Kalighat, el hospital que tienen las Misioneras de la Caridad para los que están peor. La mujer dijo que ni hablar. Intentamos razonar con ella y al final accedió: dijo que iba un momento al baño y que ahora volvía. Por supuesto, ni rastro de ella. Han pasado dos días y no la hemos vuelto a ver. Si no va pronto a un hospital, la pierna se le va a gangrenar y se la tendrán que amputar.
No entiendo por qué se negaba a ir a un hospital. Ella señalaba el cielo y decía que pasaría lo que Dios quisiera que pasase. Pero, ¿qué hay de malo en ayudar un poco a Dios a que cumpla su voluntad?
 No es la primera que viene y le da igual perder la pierna: había un hombre que sufría tanto cuando le curábamos su herida (que le corría a lo largo de toda la tibia y tenía una profundidad de unos dos centímetros) que decía que prefería que se la cortásemos.
No sé cómo decir esto de una manera suave, así que aquí va: en mi vida había visto tantos… vamos a decir discapacitados, como los que he visto en estos dos meses en Calcuta: gente que se arrastra en una especia de patinete porque no tiene piernas, o las tiene tan pequeñas que no le sirven; mancos, cojos, ciegos, leprosos…
Es algo tan habitual que supongo que hay como una especie de resignación generalizada, y si te toca cortarte un brazo o una pierna, pues solo serás uno más de tantos. Además, para hacer esas minusvalías más visibles, van por la calle golpeando cacharros de cocina, cantando a voz en cuello o incluso con altavoces. Uno de los que venía al dispensario se quitaba la venda que tan primorosamente le habíamos colocado para que se le vieran mejor las heridas y así dar mas pena. Le salió el tiro por la culata, porque una vez se le ocurrió pedirle dinero a una de las que trabaja en el dispensario (no la había reconocido, o eso espero, porque si no qué pocas luces gastaba el hombre), y ella le dijo que si lo volvía a ver llegar sin vendas, no lo curaba más.
A todo esto, el culebrón en Shishu Bavan sigue. Regina tiene oficialmente en su contra a casi todas las massis y desde luego a la sister al mando. Ayer empezó a discutir con ella, gritándole, y todas las mujeres le chillaban para que se callara y no le contestara a la hermana, pero ella erre que erre, y al ver que tenía todo el mundo en contra, empezó a llorar. Era como una niña malcriada, que se enfada porque no consigue lo que quiere. Yo pensé de verdad que la hermana la iba a despedir, porque no paraba de gritar, así que la cogí del brazo y me la intente llevar de allí, pero se soltó de un manotazo y siguió a lo suyo otro ratito más, hasta que se cansó y se fue a hacer sus tareas. No dejó de gritar en toda la mañana. No sé qué le pasará por la cabeza estos días.
En fin, ayer también fui a misa y bueno, me parece que no os he contado cómo son las misas aquí. Para empezar no hay bancos, así que te sientas y te arrodillas en el suelo. Las novicias se ponen en un lado de la capilla, las monjas en otro, y los voluntarios en otro. En la puerta hay una estatua de la Madre Teresa sentada de lado en el pavimento, al uso de las Misioneras, rezando.
Para los no católicos, durante la bendición de la ostia, la gente está de rodillas. Aquí también, pero cuando suena una campana, todos se inclinan hacia delante, hasta tocar el suelo con la frente. Me recuerda a los musulmanes en las mezquitas. No sé, hay muchas cosas que se han adaptado a la cultura india. Por ejemplo, las monjas no llevan hábitos normales, llevan un sari. Y volviendo a la misa, durante la celebración hay un momento en que se desea la paz a los que te rodean. En España les das la mano o, si es gente cercana a ti, le das dos besos. Aquí no: aquí juntas las palmas de las manos en un silencioso namaste y te inclinas respetuosamente en la dirección del que saludas.
La novicia que está empeñada en que vaya a misa me vio y a través de la sala me envió su namaste. Luego me dijo que todas las noches reza por mí y me sentí muy bien al oírlo. Como… protegida. La sensación no dura mucho; unos tres segundos, pero oye, son tres segundos la mar de agradables.
 Esa hermana estuvo ayer cuidando a una niña que tiene epilepsia. Por la mañana le había dado un ataque y estaba rendida; había tenido convulsiones y había perdido el conocimiento. Ahora tenía fiebre y dormía. La hermana le sostenía un pañuelo húmedo en la frente y la acunaba. En voz baja me explicó que la mayoría de los niños de Shishu tienen alguna enfermedad. Su sistema inmunológico es bastante frágil. La sister al cargo se suele pasar la mañana atendiéndolos en la enfermería. Y es que si uno coge una enfermedad, el resto de la clase la contrae acto seguido. Y luego están los golpes que se arrean unos a otros. Porque menudos mamporrazos se pegan: si uno le quita un juguete a otro, el que se queda con las manos vacías corre detrás del ladrón y le suelta una galleta donde primero le alcance.
Aparte que muchos son un poco suicidas; se ponen a saltar en una colchoneta gigante que tienen y no se dan cuenta de que aunque enorme no es infinita, que en algún momento se acaba, así que los angelitos saltan con todas sus ganas y claro, luego se pegan unos porrazos espectaculares.

26 de junio

Hemos ido a ver una película de Bollywood, Ready; y toda una experiencia. Para empezar las canciones son súper conocidas, las conocía hasta yo; están en los tuc tucs que pasan a tu lado en la calle, en los móviles de todos los viandantes; vamos, que es imposible no conocerlas. Cuando salía una de estas canciones, la gente se ponía a aplaudir, a silbar y a cantar con un deleite que era para verlo.
 La película por supuesto era en hindi (o en bengalí; que todavía no sé distinguirlo) y cuando salí de allí tenía un dolor de cabeza espectacular por intentar entender lo que decían. No sé qué leches esperaba entender, si no había ni subtítulos; el caso es que después de tres horas de película estaba para el arrastre. Encima no era la típica película bollywoodiense que es sota caballo y rey, no. Nos tocó la complicada. Un desastre, pero la mar de divertido. En medio de la película el protagonista se puso a mear contra una pared y en la pantalla salió escrito: pee break. O sea, que cuando hicieron la película, ya la rodaron calculando esta pausa tan importante para las vejigas del pobre público que no sabía que la película duraba tres horas. Ah y otra cosa que me hizo muchísima gracia fue cuando el protagonista, un cachas cuyas camisetas parecían a punto de explotar, se quedó con el torso al descubierto y la gente (hombres en abrumadora mayoría) se volvió como loca: simplemente genial.

5 comments:

  1. Lo de los dispacitados suena a resignación, que pena. En cuanto a la peli, ¡a quien se le ocurre! si te han llevado a una comedia de enreddos y confusiones de identidad.

    Esta tarde me he acordado de ti, estaban poniendo la peli "Gandhi" en la tele, lo malo es que dura tres horas y pico y tenía que venir al curro...

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  2. Sí pero las películas suelen ser más... simples jeje. Te recomiendo la de "My name is Khan". No dura tanto y es... simplemente genial

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  3. Fixe! pues la buscaré aunque he visto que dura 165 min.!! tampoco es cortita...

    A ver si está legendada.

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  4. En español yo la vi legendada como tú dices... así que, visto el dominio que tienes del español, no creo que tengas problema!=D

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  5. Eehh, sí, el espanhol dominado lo tengo, sip.

    La peli está ya en proceso (ilegal) de ser vista.

    Otra cosa, tengo entendido que no te queda mucho tiempo por esos lares y tengo una sensación agridulce, por un lado espero que vengas pronto y podamos tomar un Chai mientra me cuentas más aventuras, pero por otro me da pena que no haya más "Cuadernos de Bengala"...

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