Tuesday 24 May 2011

Curiosidades


22 de mayo
Hay muchas cosas que he olvidado mencionar. Por ejemplo, el día en que Ann se empeñó en liberar a un mono. Fue a las afueras del Victoria Memorial, y aquello estaba lleno de gente. Había un hombre con dos monos atados, madre e hijo. Ann le dijo que le daba 5000 rupias si liberaba al pequeño. Nosotros le dijimos que era tontería, que en cuanto entráramos en el Victoria el hombre se lo volvería a colocar. Pero ella insistió en que no podía ver un animal sufrir (de hecho, decepcionada con el género humano tras las sucesivas experiencias que ha tenido en la India, en estos momentos está en una ONG que cuida a perros vagabundos. Ahora es feliz). Al final al monito no había quien lo separara de su madre, que lo abrazaba como lo haría una mujer a su hijo, y nos tuvimos que llevar a Ann, que estaba decepcionada (y timada, porque el hombre no le devolvió el dinero).
Tampoco he vuelto a hablar de los niños que dormían enfrente de nuestro hotel. Les seguíamos comprando chucherías cada vez que les veíamos, y un día íbamos por la calle Ruth y yo discutiendo si el mayor era chico o chica. Yo empeñada en que era chico, y ella que chica. De repente, apareció detrás de una esquina… pero en doble. ¡Eran dos! Un chico y una chica, con un palmo de diferencia, pero exactamente iguales. Les hice una foto y todo. Esta mujer los pare a pares de parecidos, porque los dos pequeños son idénticos también (a la par que gemelos, dicho sea de paso).  
La calle en la que viven se llama Sudder Street, y es la calle de los europeos por excelencia en Calcuta. Pues bien, se supone que hay una super mafia montada en ese cachito de ciudad, aunque no nos demos cuenta, como es el caso. Bueno quizá algo sospeché cuando me di cuenta de que es el único sitio en que los taxis se ponen de acuerdo para no poner el taxímetro, con lo cual te cobran 3 ó 4 veces más. (En el resto de la ciudad, si un taxista se niega a ponerte el taxímetro, sólo tienes que ir al siguiente, que no tendrá ningún problema en “traicionar” al gremio). Bueno que me voy por las ramas. La mafia. Pues se supone que la mayoría de los que están pidiendo en esa calle tienen sus casas a las afueras de la ciudad, y vienen a probar suerte con los turistas. Y no dejan que vengan nuevos mendigos. Los niños a veces no son ni suyos, los alquilan para dar más pena. Bueno esto pasa también en España. Lo peor es que la gran mayoría han sido abusados sexualmente, o si no lo han sido todavía lo acabarán siendo. Por eso no podemos abrazarlos o darles un beso y luego les darles una chuchería, porque entonces se pensarán que después de cada contacto vendrá algo bueno y se dejarán hacer de todo. O eso nos dicen las hermanas de la Madre Teresa, que llevan aquí unos años y digo yo que algo sabrán del tema. También nos dijeron que nada de limosnas (menos mal, porque yo de puro cargo de conciencia me estaba dejando el sueldo). Además, muchos niños cada vez que ven a un turista le piden dinero, por si cuela. Ayer en el jardín botánico se nos acercó una bandada a pedirnos rupees, pounds, dollars, lo que tuviéramos. Y un (palabrota), que nosotras ya somos casi lugareñas.
Por cierto que ayer volví a Shishu Bavan y adivinad qué hice. ¡Quitar pintura de dos camas! Pero esta vez a lo bruto, a lo profesional. 8 personas dejándose las manos (literalmente, menudos cortes me hice) para quitar la dichosa pintura. TODO el tiempo. Después de eso tuve que irme a casa a echarme una buena siesta. Aunque tampoco muy larga, porque a la tarde iba a ir al Botanical Garden con Ann y mi nueva amiga canadiense Fiona (sí, como la mujer de Shrek, se lo he preguntado y me lo ha confirmado –¡y sin ofenderse!). El jardín este fue construido por un lord inglés hace… no sé, mucho, de cuando los ingleses estaban aquí, y es el segundo más grande del mundo. El más grande está en Inglaterra, lo cual deja dos cosas claras: a) que a los ingleses les chifla la naturaleza y b) que querían asegurarse todos los récords, incluso allende los mares.
La joya del Botanical Garden es el Great Banyan Tree, que según leí en la guía tiene 300 metros de circunferencia y es el más grande del mundo. Nosotras, como locas por verlo. Nos perdimos unas trescientas veces y andamos mucho, mucho tiempo (recordad, segundo jardín más grande del mundo), hasta que por fin vimos el cartelito que lo anunciaba. Pero yo no veía nada, sólo muchos, muchos árboles. Ann me decía, sí, mira ahí, ¡justo en frente! Y yo seguía sin ver nada y apuntando mentalmente una visita urgente al oculista según volviera a España. Pero no. Lo que pasaba es que TODOS esos muchos, muchos árboles, ¡eran el mismo! O sea, misma raíz y no sé cuantísimos troncos, formando entre todos una circunferencia de 300 metros. Pues vaya timo.
Como el de hoy de vuelta a Shishu Bavan (da igual que sea domingo, aquí sólo se descansa el jueves. Que por qué ese día en particular, ni idea). Ayer habíamos hablado con la hermana a nuestro cargo (una suizo-alemana de metro ochenta con la capacidad de mover armarios como si fueran sillas) y le habíamos sugerido que nosotras habíamos pedido Shishu Bavan para estar en contacto con los niños. Así que hoy por la mañana nos mandó a cada una a una clase. Pero mi gozo en un pozo, que no había hecho más que entrar en la clase cuando oí el inconfundible ¡aunty! con el que nos llaman a las voluntarias, niños y samis (que son las indias que están a su cargo). Si te lo dice un niño muy bien, significa que quiere que juegues con él. Si te lo dice una sami muy mal, significa que quiere que trabajes con ella.
A mí me tocó sami. Y para allá que fui. Tengo que decir, por decir toda la verdad, que primero llaman siempre a Domby (sur-coreana, que lleva un mes aquí y ya habla un poco de bengalí, y que siempre está de buen humor y riéndose, lo que las samis interpretan como una disposición a trabajar fuera de lo común). La muchacha ya estaba allí y me tradujo: teníamos que hacer la colada. Así que lavamos, enjuagamos y llegado el momento teníamos que ir a tender la ropa. Ayudamos a la india a colocarse un cesto encima de la cabeza y luego se empeñó en que una de nosotras lleváramos el otro como ella lo hacía. Yo me piqué y le pedí a Domby que me ayudara a ponérmelo. Y detrás de la india que fui, más inflada que un pavo real… hasta que vi que la tía se ponía a subir unas escaleras con unos escalones de medio metro de alto sin casi apoyarse en el pasamanos. Medité si seguirla con el cesto en la cabeza (no mucho tiempo, unas tres milésimas de segundo), y acto seguido Domby y yo subíamos por la dichosa escalera cargando entre las dos con el cesto. En el tejado, mientras tendíamos, estuvimos cotilleando un poco, y me enteré de que la india en cuestión tenía 25 años (uno más que yo, y yo le echaba mínimo 45), y que tenía dos churumbeles, un niño de 13 años y una niña de 12. Para los que las matemáticas no son su fuerte, eso significa que tuvo el primero a los 12 años y la otra a los 13. Y que luego no volvió a tener más. ¿Quizá el tenerlos tan joven reventó su cuerpo y por eso ya no puede concebir? No lo sé. El caso es que su cara ya tiene arrugas, y que aunque es fuerte como corresponde a su edad, a través de su sari se le notan las carnes flojas. También cotillée sobre Domby (cuyo nombre significa Lluvia, qué bonito), y le pregunté si tenía novio, y me dijo que sí. Es un hombre de 31 años –ella tiene 22- que…va para cura. Yo, a cuadros. Pensé que igual en su religión (¿budismo? ¿Qué religión tienen en Corea del Sur?) se podían casar, pero quise asegurarme y se lo pregunté, y me dijo que no. Además, el hombre se está preparando para ser misionario y se va a ir a Argentina en breve. Vamos, que no había remedio, era toda una historia a lo Pájaro Espino. Le pregunté que cómo estaba y me dijo que muy triste, pero toda la historia me la había contado riéndose (ya he dicho que la hilaridad de esta muchacha no es normal).
Cuando acabamos la tarea, milagro de milagros, nos permitieron ir al parque a jugar con los niños. Mientras que estábamos allí con ellos llegaron unos futuros padres, dos matrimonios italianos, que estuvieron jugando con sus futuros retoños, y otros potenciales, una familia india al completo (10 ó 12 personas), que estuvieron merodeando entre los niños, mirándolos de cerca, como quien va a la feria de ganado. Sólo uno de ellos, el más joven, se puso a jugar con uno. El resto enseguida se cansaron y se fueron. Al rato llegaron unas 6 ó 7 mujeres, también indias y embarazadísimas, que igualmente se estuvieron paseando entre los críos. Andrea (otra voluntaria española) y yo creemos que quizás cuando den a luz dejarán a sus niños aquí, y están comprobando cómo serán tratados.
Se me olvidaba: mis visitas al toilet siguen estando muy por encima de la media nacional. Las compañeras con las que comparto la guest house ya se han acostumbrado en estos días (¡van seis! y me refiero a los días, no a las visitas, que de ésas ya he perdido la cuenta) a que en mitad de una conversación o de una partida de cartas me levante y salga corriendo. La solución, según me ha dicho una, es dejar de comer por un día, pero como no coma algo a ver quién es la guapa que se pone luego a quitar pintura, cambiarle las sábanas a un número imposible de camas o cargar con un cesto de ropa mojada en la cabeza. Yo, desde luego, no.

Curiosidades
Cosas que me llaman la atención en la India:
-          Cada vez que hay un enchufe, está rodeado de 6 ó 7 interruptores: que si los ventiladores, las luces, el que activa el propio enchufe…
-          El 90% de los coches conduce sin espejos retrovisores. Los particulares los llevan recogidos y los taxistas directamente no tienen (¿para caber mejor en estas callejuelas tan estrechas?).
-          Todos los taxis son de marca Ambassador, que es india. Y casi nunca se ve marcas europeas, sólo orientales. En plan, mucho Honda, Suzuki (que aquí se llama Maruti-Suzuki, por cierto) y sobre todo Tata.
-          Todos los niños llevan un cordón que les rodea la cintura a la altura del ombligo.

3 comments:

  1. Una vez más adictivo tu blog, cada post me sorprendo con 4 o 5 cosas que desconocía por completo.

    PD1: La religión mayoritaria en Corea del Sur es el Cristianismo (yo también me he quedado a cuadros, si lo dice la Wiki...)

    PD2: Fiona es un nombre relativamente normal, de hecho, en uno de los lugares en los que has vivido había una Fiona, muy conocidad por tener una Academia de Inglés.

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  2. ¿Cristianismo? Puede ser que sí, de hecho esta chica quería hacer el Camino de Santiago el año que viene... ¡Gracias Quim!

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  3. jajaj... gran post sara! me he reido mucho!! es como escucharte en vivo... xD! suerteee!!! miss u............

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